Hasta finales del siglo XV, y fundamentalmente principios del XVI, toda esmeralda prevenía de Egipto. Una vez se descubre el continente americano, y las diferentes riquezas naturales de este continente, son sustituidas por esmeraldas de mejor calidad localizadas en Colombia y Brasil.
Estos países son ricos en este mineral y aunque las minas están muy explotadas desde aquel entonces, son conocidas zonas enormemente ricas en gemas de un color verde intenso y de gran calidad, por lo que el futuro de esta gema para el sector de la joyería está garantizado.
Las minas más conocidas por su calidad extra son sin duda las ubicadas en Colombia, destacando las Minas de Muzo, Minas de Coscuez y las Minas de Chivor entre otras.